jueves, 31 de marzo de 2011

CELIANO MONGE NAVARRETE - BIOGRAFIA




HISTORIADOR.- Nació en Ambato el 15 de diciembre de 1.856. Hijo legítimo del Dr. Manuel Monge Guzmán, médico ibarreño que se estableció en Ambato donde casó con Rosario Navarrete quien “dejó fama de mujer talentosa y de chispa, así como de gran bondad y generosidad”, ambateña.

Comenzó sus estudios de Gramática, Castellano y Latín en el Colegio “Bolívar”, el repentino fallecimiento de su padre le sumió en pobreza y tuvo que dictar clases particulares para sobrevivir. En 1.866 hizo amistad con Juan Montalvo que a su retorno de Europa, acababa de publicar “El Cosmopolita”. En 1.871, de escasos 15 años, pasó a residir en Quito, donde estudió Letras, Filosofía y Ciencias en el “San Gabriel” de los jesuítas, siendo escogido para una sabatina estudiantil de Algebra por su excelente aprovechamiento.

En 1.875 participó en la llamada protesta fotográfica en contra del gobierno de García Moreno, que al poco tiempo fue asesinado por Rayo. El joven Monge era considerado uno de los más aprovechados liberales por su don de gentes e innata cultura y dedicaba su tiempo “con gran tesón, a la enseñanza de Retórica, Filosofía, Matemáticas y Física Experimental, materias que dictó por más de medio siglo, recogiendo muchos lauros por su contracción, gran abnegación y espíritu filantrópico y por congregar a la juventud en cenáculos o asociaciones culturales, haciendo prosélitos para la gran religión del arte o de la ciencia, sugiriendo ideales, despertando entusiasmos, procurando en fin, que se intensifique la vida literaria”.

El 16 de febrero de 1.878 fundó con Juan Montalvo y Juan Benigno Vela el periódico eventual “La Candela” y sirvió nuevamente a Montalvo de Secretario por ser su íntimo amigo. En 1.879 murió su madre y regresó a residir en Ambato, siendo designado profesor titular del “Bolívar”.
En 1.881 inició la publicación del semanario “El Atomo” como forma “de impulsar vocaciones o para hacer propaganda de sistemas pedagógicos nuevos y fundó y sostuvo con su propio peculio, revistas y periódicos que fueron repartidos gratis”. De esa época es su semanario “La Alborada”.

En marzo de 1.881 fue llamado por el Gobernador Ortega para que se adhiera con su firma a la dictadura que acababa de declarar el Presidente Veintemilla y como se negó de plano, fue inmediatamente cancelado y pasó miseria.

En 1.883 publicó el semanario “El Combate” con Juan Benigno Vela y Anacarsis Martínez atacando a la dictadura y participó en la campaña militar que dio al traste con la tiranía. Igualmente editó su primer folleto “A Bolívar” con motivo del Centenario del nacimiento del Libertador. En 1.885 fundó y dirigió “El Liceo de la Juventud” para realizar intensa actividad en el pueblo con su importante Biblioteca Popular que empezó a salir en la Imprenta del Tungurahua, adquirida a Juan Benigno Vela en base a donaciones y suscripciones generosas y mereció fervorosos aplausos de todos los sectores del país.

Entre 1.886 y el 89 dictó en el “Liceo Cevallos”, clases gratuitas de Pedagogía, Matemáticas y Gramática, a la juventud que deseaba ingresar al magisterio. “El 12 de abril de 1.888 contrajo matrimonio con Rosa María Jaramillo Cobo, en ceremonia inolvidable que duró tres días. Su suegra le ofreció en dote la amplia casa de la calle Sucre entonces al Sur de la población” y fundó en 1.890 el semanario: “La Pluma”, dedicado al fomento de la educación, de las bibliotecas, al estímulo del profesorado y bajo el seudónimo de “Ernesto Klost” editó el folleto “Amor y Gratitud” en 12 páginas.

Desde 1.894 comenzó a colaborar en la revista semanal de Literatura, Ciencias y Arte “Guayaquil” del Dr. Cesáreo Carrera Padrón y fue Concejal suplente de Ambato, incrementó la Biblioteca del “Bolívar” y “a su iniciativa se fundó la Biblioteca Municipal, tomando como base la del extinguido Liceo Montalvo, que él mismo había fundado y dirigido”.

“A fines de año pasó a Latacunga con su familia a dictar clases de Matemáticas y Literatura en el colegio Vicente León, del que también fue su Vicerrector” y el 16 de agosto de 1.895 dirigió una guerrilla liberal que desarmó en el Socovón a los conservadores retrasados que se dirigían a Gatazo. Después se incorporó a las huestes de Alfaro en Latacunga y entró el 4 de septiembre con ellas a Quito.

En diciembre fundó “El Fonógrafo” en Latacunga para sostener el nuevo estado de cosas y allí escribió hasta que en el 96 el Presidente Alfaro lo llamó a Quito, para hacerlo su Secretario. Con Miguel Angel Carbo y Luciano Coral, votó en contra de la calificación como Diputado del General Manuel Antonio Franco, obtuvo que la región de Canelos volviera a formar parte de la Provincia del Tungurahua y que se crearan rentas para el Colegio Bolívar de Ambato. En 1.897 fue Director de Estudios del Pichincha. En 1.898 Manuel J. Calle fundó “La Revista de Quito” que repartía semanalmente algunos pellizcos literarios. Monge colaboró en ella.

En 1.899 volvió a ocupar la Secretaría Privada de Alfaro, concurrió al Senado y fue designado Secretario, editó “Lectura para los maestros” en 142 páginas y la segunda edición de “Bagatelas Literarias” en 170 páginas, con la mayoría de sus artículos aparecidos en la primera edición.

En 1.900 aconsejó al Dr. José Peralta, Ministro de Relaciones Exteriores, la Fundación de los colegios únicos, principio efectivo del Laicismo en el Ecuador.

En 1.903 regresó a Ambato a desempeñar el rectorado del “Bolívar”. Durante este tiempo construyó una hermosa quinta en Miraflores. “En 1.905 escribió “A vuela pluma”, colección de revistas teatrales, la mayor parte de las cuales están dedicadas a piezas y artistas célebres y sólo las dos últimas a escritores nacionales: Francisco Aguirre Guarderas y Mercedes González de Moscoso”.

El lo. de enero de 1.906 fundó con los hermano Cesar y Carlos Mantilla el diario “El Comercio” pero un artículo de violenta oposición al nuevo régimen de Alfaro, hizo que se separara del diario y fue electo miembro de la Convención Nacional reunida en Quito siendo inspirador del Decreto de fundación del Instituto Mejía. En 1.907 fue Consejero de Estado y Vicerrector del Mejía. En 1.908 volvió al Senado y actuó en la Secretaría, publicando la revista “Alborozo”.

Ese año dio a luz las poesías y escritos en prosa de la gran poetisa romántica Dolores Veintimilla de Galindo, salvando dichas piezas antológicas del olvido. (1) El 20 de febrero de 1.909 fundó “La Ilustración Ecuatoriana” en colaboración con el profesor Roberto Cruz, revista quincenal de ciencia, artes, letras y variedades que tuvo gran éxito, allí escribió bajo el seudónimo de “Ónix” y la dirigió hasta 1.910.

En 1.910 formó parte de la Junta Patriótica Nacional que lo designó su secretario y publicó “Lauros”, con 17 artículos en 273 páginas. En 1.912 editó “Poesías” y el 9 de julio de 1.915 ingresó a la Academia Nacional de Historia, escribiendo para dicho Boletín numerosos artículos sobre el período de la Independencia.

En 1.915, tras una brillantísima carrera en el magisterio, alcanzó la jubilación; pero, al año siguiente, la Municipalidad de Quito le pidió que desempeñara el rectorado de la escuela modelo “Espejo”, donde trabajó hasta 1.920, en que pasó a la Dirección de Estudios del Tungurahua.


(1) Algunos falsos moralistas opinaron que había roto la intimidad de la poetisa suicida, al dar a luz sus íntimos testimonios.
Entonces fue condecorado con Medalla de Oro por la Municipalidad de Cuenca, por haber descubierto el documento original del Plan de Gobierno de los próceres cuencanos del 3 de Noviembre de 1.820 y la Municipalidad de Cuenca se sumó al homenaje por haber hallado el original de adhesión de esa ciudad a la Independencia.

En 1.921 recibió una pluma de oro por su labor pedagógica y un Comité de ciudadanos le entregó una valiosa Lira de Oro. En 1.929 fue exaltada su figura en la Monografía de la provincia del Tungurahua que publicó su biografía en las páginas 212 y 214. Era considerado uno de los tres más importantes ambateños y la Asamblea Nacional de ese año emitió un honorísimo Acuerdo en su honor.

En 1.935 la Academia de la Lengua publicó la segunda edición de “Poesías” con prólogo del gran poeta peruano Alcides Spelucin. El 36 apareció su libro “Relieves” con 44 artículos históricos, muchos de ellos editados anteriormente. En 1.939 fue declarado “Hijo Predilecto y Cronista Oficial de Ambato”; ya estaba muy decaído pero aún lúcido y tan optimista y trabajador como de costumbre.

Murió en Quito el 21 de noviembre de 1.940, de 84 años de edad, “plácidamente como fue su vida”, en su departamento de la calle Mejía y Cotopaxi y la prensa dijo que “nunca hubo ambateño que más fervorosamente amase a su ciudad”. Catorce años después sus restos fueron solemnemente trasladados a su ciudad natal y colocados en el sector “de hombres ilustres del Cementerio General”.

Dejó nueve hijos y varias obras inéditas entre las que se anotan: 1) Dos volúmenes con la historia de la Gran Colombia; 2) Unas Relaciones anecdóticas de la vida de Montalvo; 3) Trigonometría rectilínea; y 4) Una aclaración al Algebra de Kolbert.

Fue un investigador infatigable que dio vida al pasado en la crónica ágil y atrayente que llegaba al pueblo a través de periódicos y ejerció el magisterio con generosidad, promocionando los mejores valores con rectitud de espíritu y temperamento sano. Montalvista convencido y liberal comprendedor, decidido y tolerante. Manuel J. Calle díjole: “Alma educada en el mejor y más amplio sentido de la frase, a veces su timidez le dañaba, su modestia le cohibía y apretaba; mas, tenía la buena suerte de que su talento rectificaba esa falta y aún detrás del catedrático de humanidades o de ciencias exactas, estaban brillando los chispazos de su ingenio de buena cepa”.

La rica biblioteca de su propiedad pasó a formar parte de la de los jesuítas de Cotocollao. Su estatura mediana, faz trigueña y amable, gesto bondadoso y como investigador, infatigable.

viernes, 25 de marzo de 2011

PEDRO FERMIN CEVALLOS - BIOGRAFIA




HISTORIADOR. - Nació en Ambato el 7 de Julio de 1812. Hijo legítimo de Mariano Cevallos, Administrador de Correos de Ambato y propietario de una casa en la Plaza Mayor (a su vez hijo natural del Gobernador Pedro Fernández de Cevallos) y de Victoria Villacreces, dueña de la hacienda Chiquilchas en Pelileo, que viuda de Cevallos contrajo segundas nupcias con Pedro Alcántara Darquea y Endara; todos ambateños.

Debió realizar sus estudios primarios en Ambato con algún pedagogo privado. Luego viajó a Quito a cursar Humanidades y Filosofía en el Seminario de San Luis y desde 1828 estudió Jurisprudencia.

Desde joven había sido bastante disipado. "Di en andar de cotarro en cotarro, chancoteandome en esta casa, jugueteándome en la otra, bebiendo, cantando con la de más allá, dándome un verde por las huertas de Ambato, pavonadas repetidas por los edenes de Guano, por los Chambos y Pallatangas, siempre en movimiento siempre con amigos y amigas, sino realizándolos, siempre haciendo paraíso". Su biógrafo Mera diría después: "Se entregaba a sus anchas a bailes y paseos báquicos por las huertas, se casó y siguió tunante, llegó a ser padre y se mantuvo en sus trece", pues por esa época contrajo matrimonio con Leonor Vela Baca .

La noche del 10 de Noviembre de 1835, mientras asistía en Riobamba a un baile celebrado en casa del Gobernador Cor. Nicolás Vásconez López-Naranjo, se suscitó un odioso incidente con el General mulato Juan Otamendi; por cuanto al llegar éste último a la fiesta en

(1) Mariano Cevallos fue una persona importante y benévola, en la guerra de la Independencia favoreció a patriotas y realistas. A los primeros, dándoles garantía cuando eran capturados por orden del General Toribio Montes y antes había favorecido al teólogo Dr. Miguel Araujo y al Corregidor Ignacio Arteta, facilitándoles la fuga y poniéndolos a cubierto de la persecusión activada contra ellos, por los patriotas.

compañía de su esposa, nadie se había dignado cederle su asiento a ella. Otamendi reclamó como era justo y en un momento dado hizo un ademán de sacar la espada, recibiendo un pistoletazo de Vásconez, que sin embargo no le causó herida alguna. Entonces alcanzó a Vásconez en el estómago, con tan buena suerte para el Gobernador, que la lanza chocó contra la gruesa hebilla de su cinturón, sin herirle. Otamendi se retiró airado y como a eso de la una de la mañana, regresó a caballo y en el patio insultó a los presentes, que pasaban de ciento cincuenta. El joven Daniel Salvador disparó cerca de Otamendi y lo enfureció, al punto que él y sus ayudantes empezaron a alancear a la concurrencia, con un saldo de varios muertos y heridos. Salvador no fue el que llevó la peor parte pues salió con nueve cortes aunque de poca consideración, mientras el Dr. Camilo Quiroga recibió un lanzazo en el esternón y murió. Pedro Fermín Cevallos quedó herido en un brazo, pero sanó poco después, quedándole únicamente el recuerdo del mal momento.(2)

Parece que esta dura experiencia le hizo meditar en la importancia de la vida y dejando a un lado las fiestas y saraos en que se hallaba desde hacía algún tiempo, se contrajo a terminar su carrera hasta graduarse de Doctor en Jurisprudencia, incorporándose como abogado ante la Corte Suprema de Justicia.

"Entonces se le notó afición a la lectura, si bien solo gustaba novelas, pero poco a poco los estudios históricos geográficos y literarios llegaron a ser su pasión dominante".

En 1847 fue electo Diputado por el Pichincha en reemplazo del Obispo de Cuenca Pedro Antonio Torres, que había perdido la nacionalidad por floreano, y por sus ideas liberales figuró como protector de la sociedad "Amigos de la Ilustración". Era un joven saludable y amiguero, muy alegre y bailarín y por tanto enamorador del bello sexo, al que dedicaba buena parte de su vida.

(2) Según el propio Cevallos, había escrito el Cuadro sin examen, por simple informes y con la ligereza que se hace todo lo que es para periódico.

En 1849 fue miembro activo del partido liberal y luchó denodadamente por la candidatura del General Antonio Elizalde. El 50 formó parte del grupo Urbanista. El 51, al renunciar la secretaría de la Cámara de Diputados el Dr. Javier Espinosa por no firmar el decreto de expulsión de los Jesuitas, "quiso tener la gloria de firmarlo y pidió que le nombrare sustituto de Espinosa, aunque mas tarde cambió de ideas y los defendió en sus obras" y para la Asamblea Constituyente de 1852 permaneció en dicha Secretaría compartiéndola con Pedro Bustamante.

A fines de año pasó a Guayaquil designado por Urbina para el desempeño de la Fiscalía de la Corte Superior de Justicia de ese Distrito. El 53 volvió a la capital con igual carácter, para estar Junto a los suyos, y dándose cuenta del tiempo perdido, "concentró su voluntad al estudio hasta convertirse en fuente de potencia creadora".

Por eso el 54 escribió en "El Fígaro" sobre asuntos literarios especialmente del género jocoso dando a conocer su perfil amable y diverso y en "El Filántropo" publicó sus famosas "Cartas Tauromáquicas" con críticas de costumbres; pero eso sólo constituyó el principio de su vasta carrera como hombre de letras pues el 55 editó en "La Democracia" un "Cuadro sinóptico de la República del Ecuador" que contiene en esquemas los acontecimientos principales de la nación. La aparición del cuadro le ganó una sonada polémica con Miguel Riofrío. En 1861, formando parte del grupo de Garcia Moreno, concurrió como Senador al Congreso.

Entre el 61 y el 62 apareció con su firma en "El Iris", publicación literaria, científica y noticiosa fundada en Quito en 1861 por el pedagogo neogranadino Benjamín Pereira Gamba, cuatro siluetas de ecuatorianos ilustres, conteniendo otras tantas biografías de Pedro Vicente Maldonado, Juan de Velasco, Juan Bautista Aguirre y Antonio de Alcedo, trabajos que fueron considerados una halagüeña forma de preparación para escribir su historia del país ´pues a todos admiró y comprendió, realizando sus biografías con el recato de no herir ni deslumbrar y en “El Filántrpo de Guayaquil sacó sus “Cartas Tauromáquicas” sobre las lidias de taros que se hacían en la plaza mayor de Quito, dentro de la línea costumbrista tan en boga en esa época.

El año siguiente, en 1862, dio a la luz su primera obra completa bajo el título de "Breve Catálogo de errores en orden a la lengua y lenguaje castellanos" en 207 páginas y tal fue su éxito que pronto se realizaron cinco ediciones.

El Breve Catálogo es una obra inspirada por "Las Observaciones sobre la lengua castellana" del colombiano Ulpiano González dividiéndose en siete partes, a saber. 1) Errores de pronunciación o de simple intención, 2) Errores de significación y de construcción, 3) Errores de género, 4) Errores de número, 5) Errores de acentuación, 6) Algo sobre Galicismos, y 7) Breve catálogo de Galicismos. (3)

El 64 publicó como texto unas breves "Nociones de Historia Natural". El 66 editó en Guayaquil la biografía de su amigo el poeta Juan León Mera en 59 páginas, que le malquistó con Juan Montalvo, quien dijo: "Ha tomado a pecho la ímproba tarea de volver ilustre a un hombrecillo".

Desde el 61 venía desempeñando la cátedra de Procedimiento en la Universidad Central, de suerte que cuando en 1867 editó "Instituciones de Derecho Práctico Ecuatoriano" en 349 páginas, en la imprenta de los huérfanos de Valencia en Quito, hizóle un gran favor a sus alumnos y colegas en generaly recibio la cátedra en propiedad.

El 67 concurrió al Congreso y se opuso a la política del Ministro del Interior ¡Manuel Bustamante, yerno del presidente Jerónimo Carrión, quien, mal aconsejado, dispuso la prisión de varios senadores de la República, entre los cuales se encontró Cevallos, pero como a las pocas horas de tomada esa medida se cayó el gobierno, recobró inmediatamente su libertad. Ya tenía finalizado el “Resumen de la Historia del Ecuador desde su origen hasta 1845”. (4).

(3) Cevallos era tan preocupado de la corrección del lenguaje que oyendo en la calle a unos muchachos que irían al campo a cazar parajillos con sus bodoqueras. Díjoles: "Cervatana han de decir, jóvenes, que ese es el nombre correcto".

El 68 viajó a Lima y dejó imprimiendo el primero de los volúmenes del "Resumen" que apareció recién en 1870 causando gratísima impresión al país. Pronto la obra se convirtió en un clásico de las letras patrias, buscada por alumnos, profesores y público lector en general como el único libro de Historia del Ecuador que se podía Adquirir.

El Plan General de la obra se dividió en seis tomos. El primero contiene la historia de los aborígenes y la conquista copiado íntegramente de Juan de Velasco. El segundo, el período colonial, está basado en los escritos de Prescott. El tercero trata sobre la revolución de la independencia aunque debió hacerlo en una mayor extensión porque los hechos se encontraban aún frescos en su tiempo; sin embargo la narración es rica y el anecdotario barroco y por eso se ha dicho que en el mucho detalle Cevallos entorpeció el conjunto. El cuarto, narra el período Gran colombiano. El quinto, comienza con la época republicana y llega hasta la revolución del 6 de Marzo de 1845 y el sexto tiene la Geografía Política del Ecuador.

Originalmente la obra tenía un séptimo tomo que jamás llegó a publicarse, con documentos importantes, muchos de ellos inéditos, que Cevallos llevó a Lima, dejó en poder del editor y se perdieron a la muerte de éste en 1874, sin que se pudiera recobrar a pesar de los esfuerzos realizados. Mas, como conservaba el duplicado de algunos de ellos, los distribuyó entre los seis tomos primeros a guisa de apéndice en la segunda edición impresa en Guayaquil en 1886, que salió corregida y aumentada y extendida hasta ese año en algunas materias de Geografía Política.

(4) Como Cevallos no tenía fondos para editar su Resumen, lo envió a diversas partes dentro y fuera de la República en busca de editor que lo aceptase, también se había buscado el desesperado medio de las suscripciones y hasta hubo un decreto de protección oficial que las penurias del estado no permitieron cumplir. Así pues, el autor debió guardar los manuscritos, completamente desalentado. Mas en 1868 su amigo el Dr. Julio Castro Bastús ocupo el ministerio de Hacienda en el gobierno del Dr. Javier Espinosa y firmó una orden de pago por todo lo que el tesoro debía a Cevallos por sueldos y pensiones atrasadas, radicando dicho pago, para que fuese mas factible, en la tesorería de Manabí, que tenía derechos de Aduana. Con eso tuvo Cevallos bastante y pudo viajar a Lima, donde fue ayudado por Vicente Emilio Molestina y llevó a cabo la publicación de la obra en 1870. La segunda edición de Guayaquil de 1886 salió tan plagada de errores tipográficos que algunos amigos suyos le escribieron desde el exterior, que la publicara nuevamente en Madrid o en París.
Y para terminar con el Resumen cabe indicar que había sido comenzado en 1852 cuando Cevallos tenía cuarenta años, edad propicia para las grandes empresas del intelecto, de suerte que su elaboración demoró cosa de dieciséis años a través de la paciente revisión de archivos, recolección de documentos y ordenamiento de ellos, búsqueda de informes orales y escritos y testimonios fehacientes. Fue pues, un trabajo por demás arduo, realizado sin descuidar sus labores abogadiles que precisaba para el mantenimiento de su hogar.

La crítica no dejó de opinar acerca de su bondad o defectos. Mera indicó que adolecía de pecadillos contra el idioma. El Arzobispo Pólit, ya en nuestro siglo, dijo que había sido escrito en estilo bastante almidonado y tieso, imitando en eso a los historiadores clásicos. Manuel J. Calle acusó a Cevallos de ser un mero continuador de Velasco y de adolecer de falta de penetración, de no tener la perspicacia y peor la dignidad, energía e independencia necesarias por el miedo de Cevallos a tratar las cuestiones que se rozan con la persona del General Juan José Flores, pues por todos era conocido que el Dr. Antonio Flores Jijón era amigo de Cevallos y hasta se interesó en su Resumen, poniendo a sus órdenes algunas colecciones de documentos para que se sirviera de ellas. Tobar Donoso, en cambio, ha manifestado que el Resumen fue escrito en estilo limpio y sencillo, siendo su defecto principal la limitación a la historia política, que relievara el expresidente Antonio Borrero cuando calificó a Cevallos de padre de la Historia Política del Ecuador. Sin embargo, a pesar de esos criterios y de otros más que se han vertido sobre el Resumen, la obra ha perdurado a través de los tiempos, no solamente por ser el primer intento serio de historiar al país después del realizado en la colonia por el Padre Juan de Velasco, sino también por las condiciones adversas en que fue escrito, cuando no se disponía de suficientes bibliotecas y la mayor parte de los archivos eran de difícil o inaccesible localización. Por eso se ha vuelto a editar numerosas veces en el siglo XX.

Cuando apareció su Historia del Ecuador en 1870 en Lima, recibió una carta de más de setenta páginas del Coronel Francisco Eugenio Tamariz, refutando numerosas afirmaciones sobre el período de las guerras de la independencia. Cevallos tomó debida nota y en la segunda edición de 1886 modificó todos los textos aludidos pero sin mencionar a Tamariz.
Desde 1871 en que el escritor neogranadino José María Vergara y Vergara había conversado en Madrid con el Dr. Julio Castro Bastus, acerca de la creación de las Academias de la Lengua en América, se veía con buenos ojos tal proyecto, que recién el 4 de Mayo de 1872 pudo llevarse a efecto en casa de Cevallos, quien recibió a los miembros designados en España y con los demás concurrentes nombraron a otros. Cevallos fue electo primer presidente de la Academia ecuatoriana de la Lengua. El 2 de Junio siguiente el presidente García Moreno aprobó la erección, el 13 de Noviembre la legislatura asignó una anualidad de seiscientos pesos para el funcionamiento y exoneró a la Academia del pago de franquicia postal. Las “Memorias” comenzarían a salir a partir de 1876.

El 74 dio a la prensa "Aclaración comprobada de la política de Vicente Rocafuerte" contestando unas críticas formuladas contra el Resumen. El 75 fue Ministro Juez de la Corte Suprema de Justicia y al año siguiente desempeñó la presidencia de tal organismo.

El 76 actuó como Consejero del presidente Antonio Borrero Cortázar para quien escribió un Informe, oponiéndose a la petición efectuada por el club "Rocafuerte libertad de estudios; cuyos miembros querían la convocatoria a una Convención Nacional para derogar la Carta Negra o constitución garciana de 1869.

Su involución ideológica desde un liberalismo romántico inicial hacia un cómodo conservadorismo, le impedía actuar de otra manera y a la caída de Borrero se quedó sin ambos empleos como estaba pobre se cambio a la casa de Rosario Orejuela, cerca de la Cruz de Piedra. En 1878 ejerció la presidencia del Banco de Quito, cuyo gerente era Alejandro Guarderas. El 79 editó un "Compendio de la Historia del Ecuador" para estudiantes, del que se conocen cinco ediciones hasta 1905, en 213 páginas.

En 1882 preconizó la candidatura presidencial de su amigo el ilustre poeta Julio Zaldumbide, pero el golpe dictatorial de Veintemilla, a favor de sí mismo, dio al traste con dichos planes.

En el período de Veintemilla (1876-83) permaneció en oposición pasiva, cuando cayó el régimen fue designado Ministro Juez de la Corte Suprema de Justicia y en 1886 ocupó por segunda vez la presidencia de tan alto tribunal.

En 1886 renunció el Ministerio en la Corte Suprema de Justicia y a la dirección de la Academia ecuatoriana de la lengua, pues empezó a perder la visión y no se sentía capaz para realizar esas elevadas tareas.

En 1887 publicó un texto de Geografía del Ecuador, que vio una segunda edición en 1888 y al aparecimiento de la Geografía y Geología del Ecuador del Dr. Teodoro Wolf en 1892, se conoció que Cevallos había sido por muchos años aficionadísimo a la geografía del país, recogiendo materiales para un Mapa y que con tal objeto había dibujado sobre hojas aisladas las provincias de la república, con el fundamento del Mapa de Maldonado, corrigiéndolo y completándolo con sus propias observaciones y con las de los geógrafos modernos, que tuvo la amabilidad de poner a disposición del sabio alemán y con ello le prestó un gran servicio, pues sus planos le sacaban en ocasiones de las dudas y le servían para completar en muchos puntos las provincias del interior.

En 1988 renunció a la Presidencia de la Academia cuando su achacose ancianidad y la ceguera no le permitieron ya atravezar los umbrales del hogar.

Siempre muy sociable y ya de edad provecta “frecuentaba la tertulia de la familia Gómez de la Torre, en cuyo seno era querido y tratado como si fuera miembro de ella. Por las noches solía ser su distracción favorita el juego de ajedrez con el Dr. Antonio Gómez de la Torre, respetable cabeza de una de las ramas de la mencionada familia".

Casado, tuvo en su cuñada Teresa Vela Baca a Adriana Cevallos Vela, a quien criaron los cónyuges Cevallos Vela como propia; con el andar de los años ella casó con el Coronel Elicio Darquea, propietario de una casa esquinera en la García Moreno y Manabí situada al lado de la iglesia de Santa Bárbara, donde finalizó sus días el historiador, pues carecía de recursos.

Este gran ecuatoriano falleció tras corta enfermedad en Quito, el 21 de Mayo de 1893, a la avanzada edad de 83 años, a consecuencia de múltiples achaques propios de la vejez, que no de otra cosa, pues murió tranquilamente y sin enfermedad visible.

Su estatura era mediana, amplía la frente y la cabellera hirsuta, negra y algo nativa. La tez blanquísima, nariz pronunciada, boca fina y aristocrática y mentón fuerte que le confería una gran dignidad. Férreo en sus propósitos, disciplinado para el trabajo, buen investigador de casos generales y de cosas particulares, pasaba por curioso y preguntón. Excelente gramático en una época en que esa ciencia no tenía cultores.

Junto a Francisco Xavier Aguirre Abad, Pedro Moncayo, Juan Murillo Miró y Pedro Carbo forma la primera plana de historiadores del Ecuador del siglo XIX, lamentablemente sufrió el influjo de la época garciana que trastocó el buen gusto liberal del país y por eso terminó siendo casi un reaccionario.

Cevallos era de carácter timido y por demás inestable y habiendo comenzado "Liberal y divertido" como él mismo decía, terminó beato de misa diaria, rosarios, novenas y todo lo demás, y hasta se hizo llevar el viático con campanilla "para que la gente supiera que el liberalote de Pedro Fermín Cevallos se había convertido".

Ya ciego, se hacía conducir por su amigo Federico Donoso González a quien tenía por cariñoso lazarillo, a las sesiones de la Academia ecuatoriana de la Lengua, hasta que finalmente terminó por renunciar dicha presidencia, dada su imposibilidad física.

La inconstancia de su carácter hizo que siendo amigo de confianza de Montalvo se metiera a biografiar al joven Mera con excesivos elogios, lo que molestó a Montalvo, enemigo jurado de Mera por cuestiones de familia; todo ello terminó por agriar las relaciones de Cevallos con Montalvo y se perdió esa vieja amistad.

miércoles, 23 de marzo de 2011

JUAN BENIGNO VELA HERVAS - BIOGRAFIA


POLITICO Y ESCRITOR.- Nació en Ambato el 9 de Julio de 1.843. Hijo legítimo de Juan Pío Vela Endara, agricultor muerto joven y de Mercedes Hervas Hidalgo, ambateños; hija del ilustre prócer José Joaquín Hervas López- Naranjo, que ya octogenario descargó su trabuco sobre las tropas realistas en la plaza de Mocha y mató a varios soldados, siendo asesinado enseguida.

En la escuela de Ambato descolló por su talento y buena memoria y después siguió un concurso de Latinidad y Gramática con el Prof. Miguel Francisco Albornoz. En 1.859 viajó a estudiar al colegio “Vicente León” de Latacunga, hospedándose donde sus primos los Endara. El rector Francisco Javier Montalvo lo nombró secretario interino para ayudarlo. Allí concluyó el curso de Filosofía e inició el de Jurisprudencia con el Dr. Carlos Casares de quien fue su discípulo predilecto.

En 1.863 se matriculó en la Universidad de Santo Tomás en Quito, viviendo en casa de su deuda Ramona Vásconez, mujer del Crnel. Eusebio Conde, en un cuarto junto al zaguán y para estudiar hasta altas horas de la noche hurtaba las velas de una imagen de la Virgen del Rosario que presidía el descanso de las gradas, pues era huérfano de padre y pobre de solemnidad.

Mientras tanto los abusos del régimen garciano lo llevaron a buscar la amistad de Pedro Carbo y Juan Montalvo, convirtiéndose en un fervoroso liberal y cuando apareció “El Cosmopolita” en enero del 66, fue secretario ocasional de Montalvo, sacando copias manuscritas de sus originales.

El 29 de Octubre de 1.867 rindió el grado de Bachiller en Jurisprudencia exonerado del pago de derechos y regresó a Ambato a instalar su estudio, donde pronto ganó fama y clientela. De Guayaquil “le ocupaban en representaciones comerciales y con el cobro de créditos”. Todo parecía sonreírle pues era joven, culto, alto, gallardo, viril, pulcro en el vestir y tenía apostura elegante, rasgueaba la guitarra y entonada coplas de suave melancolía; mas en enero de 1.869, García Moreno dio un golpe revolucionario, proclamó su oprobiosa dictadura y un manto negro se cirnió sobre la República. Vela se indignó y un día en Mocha, arrodillado en la misma plaza donde había sido asesinado su abuelo, prometió derramar su sangre por la libertad e intentó matar al tirano a su paso por Ambato, pero fracasó; la conjuración no tuvo consecuencias.

Al mismo tiempo se fundaba en Ambato la “Sociedad Literaria” que comenzó a editar el periódico “El Joven Literario” para depurar las costumbres y rectificar el gusto literario y artístico y se distrajo en esas pueriles aficiones. Por esos días comenzó a tener serios problemas con la vista y preocupado por la posibilidad de quedar ciego viajó a curarse en Quito, donde se enteró de la muerte en el destierro de su amigo el Dr. Carlos Auz.

Llevado por un generoso impulso pronunció el discurso fúnebre en una sociedad patriótica reprochándole al dictador la dureza de su gobierno y cuando este pasó en marzo por Ambato, prendió a Vela, lo trasladó a Quito y mandó que le dieran de alta como soldado raso en uno de los batallones de esa capital, que funcionaba en el antiguo edificio del Cuartel Real de Lima. Allí sufrió vejámenes, incomodidades y molestias en pocilgas inundadas durante siete largos meses, tildado de “bandido liberal” mientras su mal avanzaba y ante la posibilidad de que por ello cegara totalmente, el Dr. Nicolás Martínez obtuvo el indulto y el joven Vela pudo regresar al seno de los suyos, reintegrándose en Noviembre a su estudio profesional, sin volver a intervenir en política.

En agosto de 1.875 se alegró con el asesinato de García Moreno y siguiendo los consejos de Montalvo luchó por el triunfo de la candidatura presidencial del Dr. Antonio Borrero. A fines del siguiente año contrajo matrimonio con Mercedes Fernández Ortega “de buena ilustración y despejado talento, que le sirvió de secretaria en los años más críticos de la vida sin luz”.

Durante la revolución de Veintemilla estaba recién casado. El 24 de febrero de 1.877 el ministro Pedro Carbo le nombró Inspector Escolar del Tungurahua, “invirtiendo su sueldo en las escuelas pobres, proveyéndolas de bancas, pizarras y otros útiles que necesitaban y en la compra de libros para los niños que por su pobreza no podían adquirirlos” y cuando Carbo abandonó sus funciones y el partido liberal retiró su colaboración al Gobierno, presentó la renuncia.

Ya solamente veía sombras y solo tenía 34 años. Algunos ultramontanos, que reprochábanle su posición radical, tejieron la conseja de que su ceguera era castigo divino por “haber probado carne de cerdo un viernes santo después de una endemoniada borrachera” y no solo allí paró el cuento sino que también agregaban que “estando acostado al pie de un árbol y borracho, una ave había defecado en sus ojos”, sin embargo el no hacía caso y trabajaba intensamente para sostener a su familia que creció hasta llegar a siete hijos.

Después de los cuarenta años una molestosa sordera, que poco a poco se fue haciendo más pronunciada, complicaba su situación.

En 1.878 fundó el periódico “El Espectador” para atacar a los diputados gobiernistas de la Convención Nacional reunida en Ambato. A su paisano el Cnel. Luis Fernando Ortega dedicó una terrible parodia en endecasílabos, tomada del “Soneto a una nariz” de Quevedo. Veintemilla quiso atraerlo a su partido y hasta le ofreció un destino en Europa para que se curara la vista; que no aceptó.

En un viaje a caballo realizado con fines profesionales sufrió una caída y la rotura de su pierna y permaneció varios meses postrado en cama. En aquel tiempo hizo circular en Quito el No.12 de “El Espectador”, último de ese periódico montalvino, pues, la dictadura, se había endurecido. Juan Montalvo vivía oculto, Vela le visitaba y cuando viajó a Guayaquil en días de descanso y curación se dijo que “llevaba planes revolucionarios de Montalvo”. Después arreciaron las persecuciones y Montalvo se trasladó a Ipiales.

En 1.882 Veintemilla proclamó su dictadura y un grupo de jóvenes ambateños atacaron el 3 de Junio el cuartel de esa ciudad, pero fueron rechazados por el Gobernador Ortega (el mismo de la nariz) que aprovechó para desquitarse, apresó a varios y entre ellos a Vela, enviándoles al exilio por la frontera Sur.

El viaje fue largo y penoso y al final arribaron a Cuenca, obteniendo que les cambiaran de destino a Guayaquil y de allí partieron a Nicaragua, donde les trataron bien, con muchas atenciones. Semanas después Vela pasó subrepticiamente al Perú y de allí siguió a Colombia, donde lo esperaba su esposa y su suegra y disfrazados regresaron a Ambato, escondiéndose hasta la toma de Quito en enero de 1.883.

Para continuar la lucha contra Veintemilla fortificado en Guayaquil, el 27 de ese mes fundó el periódico “El Combate”, saludando a los desterrados que regresaban al país. El 3 de Junio arengó a la Juventud con motivo del I aniversario de la intetona golpista y fue respondido por los conservadores de Quito que lo calificaron de “falso patriota”.

Después de la caída de Veintemilla siguió editándose “El Combate” y escribió contra los diputados reunidos en Quito. Estos le contestaron expidiendo la Ley orgánica de la Función Judicial, que excluía de la judicaturas y asesorías a los ciegos y a los sordos y por más que protestó contra ese atropello, que le privada de obtener el pan de sus hijos, quedó sin su medio de subsistencia.

De todos modos se mantuvo en la lucha política y doctrinaria. Los conservadores de Quito le endilgaron varios folletos de los que se conocen el firmado por “Unos católicos” y el del Presbitero Fidel Banderas, Cura de Quero. Su amigo Juan León Mera también le refutaba desde “El Republicano” y polemizaron agriándose los ánimos. En 1.884 Mera dio a la Luz el folleto “Varios asuntos graves. Otra carta al Dr. Juan Benigno Vela”, donde se portó grosero. El arzobispo Ordóñez también le atacó censurando sus opiniones y en una Carta Pastoral le exigió una retractación pública, que Vela supo escribir tan sutilmente, que terminó la discusión sin dar su brazo a torcer.

En mayo del 84 el presidente Placido Caamaño le propuso la fundación de un periódico pro gobiernista. Al poco tiempo insistió en su pedido y Vela volvió a rechazarlo pues se encontraba en plena campaña ideológica, comentando los abusos y equivocaciones del régimen, hasta que el 15 noviembre fue apresado junto a otros prestantes liberales que a los pocos días salieron libres; no así Vela, a quien condenó el ministro de Interior José Modesto Espinosa al pago de 2.000 pesos de fianza o a partir al confinio en Cuenca.

Vela era pobre y como no podía pagar apeló del confinio; entonces el Ministro lo desterró al Perú. El 23 de diciembre protestó por este nuevo abuso y fue obligado a marchar a Guayaquil, pero ni bien hubo arribado al puerto se le obligó a regresar a la capital y permaneció seis meses preso en el Panóptico.

En Junio de 1.885 salió libre y volvió a editar “El Combate”, alcanzando gran popularidad y llegando hasta el número 66. Entonces Espinosa ordenó su enjuiciamiento penal por injurias vertidas contra el Presidente de la república. Vela escribió una carta a Caamaño indicándole: “no cambiaré de tono, es mi lenguaje el rudo y severo de la verdad”. Esta viril actitud le granjeó la simpatía del país y el “Comité Patriótico de Liberales del Guayas” lo condecoró con Medalla de Oro.

Caamaño tuvo que soportarlo por algún tiempo más pero en 1.886 lo confinó a San Miguel del Chimbo. Poco tiempo después Vela se presentó de improvisto en el despacho de Espinosa quien lo mandó al Panóptico, donde por lo menos recibió las visitas de su cuñada Zoila Ortega Chiriboga, que le leyó y sirvió de secretaria hasta que a fines de ese año volvió a gozar de libertad, pero en abril lo continuaron persiguiendo y tuvo que ocultarse en el campo. Estas prisiones y persecuciones en su contra le atrajeron la atención del país. Su titánica lucha doctrinaria unida a su grave deficiencia audiovisual le convirtieron en héroe y mártir.

“El Guayas” en su séptimo número pidió iniciar una suscripción en dinero para enviarlo a curar a Europa. En 1.888 retornó al Panóptico por ser sujeto peligroso pero salió poco después y al finalizar el periodo de Caamaño cesó “El Combate”.

Durante la presidencia de Flores Jijón mantuvo buenas relaciones con el ejecutivo publicando “La idea” entre el 88 y el 89; en 1.890 editó “El Argos” donde sostuvo varias polémicas con Juan León Mera a quien fustigó con el artículo “Soberbia y Egoísmo” bajo el seudónimo de “Silvio”. Los liberales de Bahía de Caráquez le obsequiaron una pluma de oro.

En 1.891 falleció su esposa sumiéndole en el dolor. Sus hijos quedaron tiernos y para reanimarlo, sus amigos le brindaron un homenaje en el Colegio “Bolívar”. En 1.892 el presidente electo Dr. Luis Cordero, de paso hacia Quito, visitó en su casa al “rebelde ciego”, como ya le conocían en todo el país.

En 1.893 fue electo Concejal del Cantón y ocupó la presidencia del Concejo. El 94 rechazó la propuesta de hacerse cargo de un asunto del Fisco que debía resolverse en Babahoyo y al conocer el negociado de la bandera formó y presidió la “Junta Patriótica del Tungurahua”. Poco después rechazó las maniobras del Vicepresidente Dr. Vicente Lucio Salazar que había convocado a elecciones. Estructuró en Ambato la “Dirección General de la Guerra” y el batallón “Vengadores de la Patria” que puso a las órdenes del Cor. Francisco Hipólito Moncayo, pero los liberales de Quito lo desarmaron y disolvieron. Entonces ayudó a formar la “Columna Tungurahua” que luchó en Gatazo con el comandante Carlos Fernández.

Mientras tanto había viajado a la Costa y al arribar a Babahoyo fue objeto de grandes honores. En Guayaquil el Consejo de Ministros delegó a José de Lapierre para que presidiera un apoteósico recibimiento al “ilustre patriota y esclarecido hombre público, por ser protagonista incansable de la buena doctrina”.

De regreso a Ambato fue designado Jefe Civil y Militar. Viajó a Quito y arregló varios asuntos graves del Gobierno, entre otros el allanamiento de la legación de Venezuela. Al mes siguiente pasó a ocupar a Gobernación del Tungurahua con facultades extraordinarias.

Alfaro le designó casi enseguida miembro principal de la “Comisión Revisora de Legislación ecuatoriana” para elaborar el proyecto de Constitución Política y las leyes secundarias con S/. 300 mensuales y un secretario pagado; mas al poco tiempo, renunció, descontento con las confiscaciones del gobierno y para protestar por el inicuo fusilamiento del periodista Víctor León Vivar fundó “El Pelayo” el 26 de septiembre de 1.896, periódico que fue adverso al gobierno de Alfaro.

Electo Diputado a la Asamblea Constituyente a reunirse en Guayaquil prefirió no concurrir y Manuel J. Calle quiso entrar en polémica con Vela en varias cartas que escribió en el periódico “El nuevo régimen” y cuando la Asamblea pasó a sesionar en Quito ocupó su curul, ayudado de un cornetín auditivo al oído e intervino en las discusiones acusando el crimen cometido contra Víctor León Vivar. También pidió la abolición de las deudas de los indígenas, se negó a firmar la Constitución, votó en blanco para la elección de Presidente de la República y obtuvo un acuerdo en favor de los rebeldes cubanos que luchaban contra España. Por todo eso “los compañeros diputados pretendían ver excentricidades en su conducta o por lo menos contradicciones” lo que no fue obstáculo para que derogaran el inicuo Decreto de 1.883, rehabilitándole al libre ejercito profesional. Este noble gesto le reconcilió con Alfaro.

En 1.898 murió su hija María, fue electo Senador suplente por el Tungurahua y al año siguiente perdió la vida su hijo Atahualpa, luchando en la batalla de Sanancajas contra los conservadores alzados en armas en el centro de la República.

En 1.900 fue principalizado, concurrió a las sesiones del Congreso y presidió la Comisión de Legislación sin hacer oposición a Alfaro. Había comprendido que el liberalismo requería de la unión de todos sus miembros para implantar en el país su saludable doctrina y el beneficio de la reformas que tantos años habían demorado en arribar al país.

En 1.901 apoyó la candidatura de Leonidas Plaza contra la de Manuel Antonio Franco y concurrió por cuatro años a las sesiones, del Congreso, siendo factor influyente en la expedición de la Ley de Elecciones, de Instrucción Pública, de Culto, de Registro Civil y el Código de Policía.

En 1.906 fue comisionado por el Presidente Alfaro para redactar el proyecto de la nueva Constitución con S/. 400 mensuales de sueldo, cumpliendo tan importante labor en sólo cuatro meses. El proyecto fue aprobado casi sin modificaciones.

Poco después volvió a distanciarse de Alfaro y al producirse la revolución del II de Agosto de 1.911 medió ante el Congreso para que no se rompiera el orden constitucional.

Entre 1.912 y el 19 siguió de Senador y fue hombre fuerte en los regímenes de Plaza y Baquerizo, pero varias neuralgias y molestias le aquejaban. En febrero de 1.920 murió de fiebre tifoidea su hija Corina, que le hacía de secretaria. Su hijo Cristóbal lo trasladó a la quinta de Miraflores para ver si lograba superar el contagio en medio de la naturaleza, pero todo fue en vano. Nuevamente en Ambato, le sobrevino un infarto cerebral, perdió el habla y murió conciente el 24 de febrero, a la avanzada edad de 76 años. Cristóbal falleció poco después, también de tifoidea.

Fue su vida un modelo de virtudes pues siempre luchó por el imperio de la verdad, la justicia y la libertad. Probo y severo a la par que modesto y tolerante, gustaba de amenidades y chanzas en el trato familiar. Su carácter violento y fiero. Hablaba a gritos por la sordera y se trasladaba en su casa por todos los cuartos -sólo y sin ayuda- a pesar de su ceguera. Gran memoria para recordarlo todo, nunca probó el alcohol y detestaba a quienes lo hacían. Caminaba rápido y siempre con la cabeza levantada, orgulloso de si mismo, con el sano orgullo de los que se saben cumplidores de su deber. Sus alegatos luminosos y espléndidos. Sus discursos vibrantes a la par de francos, sencillos, convincentes y llenos de lógica. Brilló en los congresos donde su palabra era respetada. Su obra jurídica y periodística permanece dispersa y en espera de ser recogida.

JUAN LEON MERA MARTINEZ - BIBLIOGRAFIA

  1. La Inspiración
  2. La Virgen del Sol
  3. Colaboración en semanario El Artesano
  4. Poesías
  5. Melodías Indígenas
  6. Ensayo biográfico "Miguel de Santiago" y otras producciones que firmaba bajo el seudónimo de "Jenaro Muelán"
  7. Colaboraciones en “El Sudamericano” de Quito  y “Los Andes” de Guayaquil. Colaboraciones en “La Estrella de Mayo” de Quito, “La Patria” de Guayaquil y “El Popular” de Cuenca
  8. Discurso en verso titulado "A la Juventud Quiteña", que
  9. Poesías Devotas y nuevo mes de María
  10. Defensa del doctor Nicolás Martínez
  11. La Novena de la Inmaculada Concepción de la Virgen María"
  12. El Triunfo de la Iglesia
  13. La Ira de Dios y varios cantos oracionales.
  14. "Ojeada Histórica" - Crítica sobre la poesía ecuatoriana desde su época más remota hasta nuestros días
  15. "Nuestra historia referida por el doctor don Pedro Fermín Cevallos", escrito en reciprocidad a la publicación de su biografía.
  16. La novela de costumbres "Los novios de una aldea ecuatoriana" que no pudo concluir a petición del Presidente, por cuanto hacía una pintura demasiado fuerte de un conocido sacerdote de Ambato.
  17. "Obras selectas de la célebre Monja de México, Sor Juana Inés de la Cruz, precedidas de biografía y juicio crítico sobre sus producciones".
  18. La Iglesia Católica, compuesta de 17 cantos
  19. Biografía de Pedro Fermín Cevallos
  20. Mazorra
  21. Catecismo de Geografía de la República del Ecuador
  22. Redacción de las bases doctrinarias de Sociedad Católica Republicana conocidos como “Garcianos o Terroristas” y luego como “Conservadores”;
  23. El Héroe Mártir, canto a la memoria de García Moreno
  24. Apariciones en el semanario “La Civilización Católica”
  25. Cumandá, o un drama entre salvajes.
  26. El Martirio y la Iniquidad, canto a la memoria del asesinado Arzobispo Checa y Barba
  27. Apariciones en “La Nueva Lira Ecuatoriana”  y “El Parnaso Ecuatoriano"
  28. Articulos pedagógicos en “El Fénix”
  29. La Escuela Doméstica
  30. Colaboraciones en “El amigo de las familias”
  31. “Cartas” o colaboraciones que  salían en la revista “Las Novedades” de New York.
  32. Últimos momentos de Bolívar.
  33. Catecismo explicado de la Constitución de la República del Ecuador.
  34. Recuerdos de un amigo. El doctor Vicente Cuesta
  35. La Dictadura y la Restauración, que jamás terminó y recién apareció en 1.932 al celebrarse el Centenario de su nacimiento,
  36. El Dr. Vicente Cuesta y sus cartas en su viaje a la Tierra Santa
  37. Otra carta al Dr. Juan Benigno Vela.
  38. "Observaciones sobre la situación actual del Ecuador"
  39. Prologo a “Escritos y Discursos de García Moreno”
  40. Mi última palabra acerca de la estatua de Sucre
  41. Réplica a don Manuel Llorente Vásquez
  42. Folleto “Tomás Moncayo Avellán y su Memoria presentada al Instituto Geográfico Argentino"
  43. Entre dos tías y un tío
  44. Porqué soy cristiano
  45. Colón y su Mundo
  46. Biografía del doctor Nicolás Martínez.
  47. Cantares del Pueblo ecuatoriano
  48. Antología Ecuatoriana
  49. Biografía del doctor Joaquín Miguel Araujo
  50. Un matrimonio inconveniente
  51. Pobre soy, escrita a su hijo trajano
  52. Tijeretazos y Plumadas, recopilación de artículos humorísticos publicados en varios periódicos del país bajo el seudónimo de “Pepe Tijeras”.
  53. García Moreno
  54. Novelitas Ecuatorianas” en 271 págs. incluyendo “Entre dos Tías y un Tío”, “Porque soy Cristiano”, “Un Recuerdo”, “Unos Versos”, “Una Mañana en los Andes”, “Literatura Criolla”.

JUAN LEON MERA MARTINEZ - BIOGRAFIA



ESCRITOR.- Nació en Ambato el 28 de junio de 1.832 en la casa de su bisabuelo Juan Manuel Vásconez. Hijo legítimo de Pedro Mera Gómez, comerciante quiteño y de Josefa Martínez Vásconez, ambaleña, abandonada por su esposo, quien regresó a Quito desde antes del alumbramiento.
 
Su infancia transcurrió austera y pobre en la finca "Los Molinos" cercana a Atocha, que su abuela María Juana Vásconez, que era toda una quintera, arrendaba a su hermano Pablo para poder subsistir. Allí aprendió a leer antes de los seis años y en las vacaciones recibía clases de aritmética, gramática y geografía de su joven tío Nicolás Martínez que estudiaba en Quito. Su tío abuelo Pablo Vásconez, activo político antifloreano, le enseñó preceptiva literaria haciéndole leer la "Correspondencia Oficial" y Mera aprendió a versificar loando a la libertad, después de la Revolución del 6 de marzo de 1.845.
Era tímido, introvertido y piadoso y ayudaba en todo a su madre. En 1.846 logró conocer a su padre que casualmente pasó algunos días por Ambato. En 1.852 viajó a tomar clases de dibujo al taller del Maestro Antonio Salas en Quito, quien le enseñó el uso de las acuarelas y óleos y a componer paisajes y naturalezas muertas.
En Quito frecuentaba la casa de Pedro Fermín Cevallos enamorando a su hija Virginia y también hizo amistad con Julio Zaldumbide, poeta de su misma edad. Su tío Nicolás Martínez llevó sus versos a enseñar a Miguel Riofrío, quien los alabó mucho e hizo publicar en "la Democracia" en 1.854.
Mera era “un joven pálido y moreno de semblante, ojos rasgados (verdes) anchas cejas, delgado, enclenque y tan alto de cuerpo que sin duda por esto lo llevaba ligeramente encorvado y la cabeza inclinada hacia delante”. Sabía de agricultura y ganadería, hablaba el quichua que aprendió entre los indios de Atocha, gustaba de la sátira y el epigrama ligero, tentaba la novela histórica y como buen romántico era liberal y admiraba a los poetas españoles, especialmente a Zorilla y a Martínez de la Rosa.
Ese año viajó a la población de Baños con su madre y comenzó a escribir “La Inspiración” verso que utilizó como introducción a su leyenda indiana “La Virgen del Sol”. Fueron años de creación e investigación literaria aprovechados en lecturas formativas que utilizaría después. En 1.857 colaboró en el semanario “El Artesano” y en 1.858 apareció su primer libro titulado “Poesías” con fantasías, afectos íntimos, poesías morales, patriotismo, elegías, política, sátiras, fábulas y epigramas, en 223 págs. costeado por sus familiares. Una segunda edición dala de 1.892 en 444 págs. Barcelona.
Meses después y durante la crisis nacional de 1.859, fue designado Teniente de infantería de Milicias, pero no combatió. En 1.860 compuso sus “Melodías Indígenas” y el Triunvirato de García Moreno lo designó Tesorero Provincial de Ambato; luego, pasó a Secretario del Consejo de Estado del gobierno provisional en Quito, integrando la lista oficial de candidatos a Diputados para la Asamblea Nacional Constituyente de 1.861 y por supuesto salió electo; pero, su timidez le impidió brillar como orador, pues tartamudeaba en público y prefería leer; sin embargo, luchó por la abolición de la pena de muerte y trabajó arduamente en las comisiones de mesa. Era su época liberal pero pronto abjuró de sus ideas, “resabios de mis primeras mocedades”, entregándose a la omnímoda voluntad de García Moreno, como funcionario de su administración, bien es verdad que su temperamento esquizotímico le facilitó la obediencia incondicional al tirano.

En 1.861 apareció impresa su leyenda americana "La Virgen del Sol", largo poema o leyenda indiana en 232 págs. (l), fue designado Administrador de Correos de Ambato y miembro de la Sociedad "El Iris Ecuatoriano" que editaba la revista "El Iris", donde dio a conocer su ensayo biográfico "Miguel de Santiago" y otras producciones que firmaba bajo el seudónimo de "Jenaro Muelán".
En 1.865 fue electo Secretario de la Cámara del Senado y el doctor Nicolás Espinoza Rivadeneyra le solicitó que compusiera la letra de un himno; Mera se inspiró en la "Canción Nacional" de Olmedo y su versión fue musicalizada en Guayaquil por el maestro Antonio Neumane convirtiéndose en el Himno Nacional de la República del Ecuador.
A parte de esta inspiración e influencia olmedista, el Himno contiene partes antihispanistas explicables por el reciente ataque de la flota española a las costas de Chile y Perú.
En 1.866 el Ministro del Interior Manuel Bustamante lo llevó de Oficial Mayor (Subsecretario) durante la presidencia de Jerónimo Carrión. Sus émulos dijeron que era "un poeta denigrado" porque obedecía órdenes de García Moreno. Por entonces trabajaba incansablemente para “El Sudamericano” de Quito y para “Los Andes” de Guayaquil. Colaboraba en “La Estrella de Mayo” de Quito, “La Patria” de Guayaquil y “El Popular” de Cuenca y en la instalación de la Sociedad Bibliográfica de Quito leyó su discurso en verso titulado "A la Juventud Quiteña", que editó en 26 págs.
En mayo publicó "Poesías Devotas y nuevo mes de María", obra piadosa del 67 cuya lectura fue aprobada por la Curia y premiada con 80 días de indulgencias. En julio se vio seriamente comprometido en un escándalo doméstico ocurrido en Ambato, la pugna de los colombianos contra Ignacio Holguín, polemizó con los hermanos Montalvo, publicó la defensa de su tío el Dr. Nicolás Martínez y mantuvo una pelea a golpes con Juan Montalvo en las afueras de Ambato, que obligó a su tío Nicolás a renunciar la gobernación y a viajar a Riobamba para defenderse, hasta donde lo acompañó Mera. Allí escribió “Defensa del doctor Nicolás Martínez” en 37 págs. Entonces el doctor Pedro Fermín Cevallos publicó la biografía de Mera y en "La Lira Ecuatoriana" de Vicente Emilio Molestina apareció una selección de sus poesías, en 45 págs.
En 1.868 dio a la luz "La Novena de la Inmaculada Concepción de la Virgen María" que fue agraciada con nuevas indulgencias y salieron sus composiciones poéticas “El Triunfo de la Iglesia” y “la Ira de Dios” y varios cantos oracionales.
Durante la crisis política contra Carrión renunció a sus funciones en el Ministerio de lo Interior, pero el Presidente Interino doctor Pedro José Arteta, lo repuso y allí permaneció hasta 1.869.
Por esos días editó en Quito su trabajo más valioso, la “Ojeada Histórica - Crítica sobre la poesía ecuatoriana desde su época más remota hasta nuestros días” en 503 páginas, que orientó el gusto romántico de entonces hacia las producciones clásicas del pasado y aunque "La Ojeada" no fue la primera obra de crítica en el país, sirvió para iniciar una escuela de opinión.
En enero de 1.869 intervino en el vergonzoso cuartelazo de García Moreno contra el Presidente Javier Espinosa. En 1.871 fue designado Gobernador Interino del Tungurahua, cargo que luego desempeñó en propiedad hasta 1.875 y editó en Ambato "Nuestra historia referida por el doctor don Pedro Fermín Cevallos" folleto en 24 págs. escrito en reciprocidad a la publicación de su biografía.
Poco después fue Consejero Municipal de Ambato y ejerció la Senaduría, siendo de las figuras claves de los últimos años de la política garciana; y con los sueldos percibidos compró unas tierras en Atocha y las proveyó de riego. Vivía largas temporadas en Quito, con sus esposas e hijos, en casa de una pariente y asistía a numerosas reuniones sociales y literarias donde sobresalía por su carácter cortés y bondadoso.
En 1.872 apareció por entregas y en "La Prensa" de Guayaquil, su ensayo de una novela de costumbres "Los novios de una aldea ecuatoriana" que no pudo concluir a petición del Presidente, por cuanto hacía una pintura demasiado fuerte de un conocido sacerdote de Ambato. Ese mismo año dio a la publicidad "Obras selectas de la célebre Monja de México, Sor Juana Inés de la Cruz, precedidas de biografía y juicio crítico sobre sus producciones" y recibió el nombramiento de Miembro Correspondiente de la Real Academia de la Lengua.
En 1.874 editó su poema "La Iglesia Católica" compuesta de 17 cantos y la “Biografía de Pedro Fermín Cevallos” que se republicó en “La Revista Ecuatoriana”. En 1.875 salió la leyenda histórica "Mazorra" con episodios deformados de la vida de Baltazar Carriedo y Arce, en 52 págs.; el "Catecismo de Geografía de la República del Ecuador", texto para escuelas y colegios en 192 págs. que los Hermanos Cristianos se encargaron de difundir en escuelas y colegios casi por medio siglo hasta que bien entrada la revolución liberal dejó de circular. Al ocurrir el asesinato de García Moreno solicitó que se decreten horas en el Congreso.
Tres días después se reunió con los principales colaboradores del régimen en casa del Obispo Ignacio Ordóñez Lazo y organizaron la “Sociedad Católica Republicana” para continuar la línea política del fallecido dictador, por eso fueron conocidos como “Garcianos o Terroristas” y luego como “Conservadores”; Mera fue el encargado de redactar las bases doctrinarias.
Enseguida regresó a Ambato a contener cualquier intento de desorden y se opuso a la candidatura presidencial del General Julio Sáenz. En octubre lanzó la del doctor Antonio Flores que llegó al país procedente de New York, pero fue mal recibido en todas partes y terminó por enviar su renuncia a Mera, quien la guardó, permitiendo que en las elecciones lo barriera el candidato liberal Antonio Borrero por amplio margen de votos.
Borrero propuso a Mera hacerlo redactor del periódica Oficial, cargo que éste declinó y como había cesado en sus funciones en la Gobernación, la legislatura lo designó Ministro del Tribunal de Cuentas de Ambato.
En abril de 1.876 dio a la luz “El Héroe Mártir, canto a la memoria de García Moreno”, en 17 págs., publicación que fue muy criticada porque hacía aparecer al tirano como un defensor de la religión, lo cual, no era cierto. También comenzó a hacer oposición al gobierno desde el semanario “La Civilización Católica” que editaba con el Obispo Ordóñez; sin embargo, cuando en septiembre se produjo la revolución en Guayaquil, se alineó con los constitucionales y al triunfo de Veintemilla fue declarado cesante en el Tribunal de Cuentas y regresó a Atocha, donde finalizó su novela americana “Cumandá”, o un drama entre salvajes, que ha visto varias ediciones desde su publicación en 1.879. Cumandá es una novela "incaica" o indianista con personajes que piensan y actúan como blancos civilizados a pesar que viven en las selvas del oriente y algunos de ellos son indios. La descripción de los paisajes es romántica y el entorno agreste y bellamente hostil, la segunda edición data de Barcelona y tiene 335 págs.
En 1.878 editó “El Martirio y la Iniquidad”, canto a la memoria del asesinado Arzobispo Checa y Barba en 10 págs. y sufrió intensamente por la muerte de su hijo León Alfredo.
En 1.879 apareció su nombre en “La Nueva Lira Ecuatoriana” interesante antología de Juan Abel Echeverría y en "El Parnaso Ecuatoriano" de Manuel Gallegos Naranjo. Era uno de los más importantes literatos y críticos del país y su opinión se respetaba.

En 1.880 recogió sus artículos pedagógicos de “El Fénix” y aparecieron con el título de “La Escuela Doméstica” en 201 págs. También colaboró en “El amigo de las familias” y aunque su nombre figuró en la lista de candidatos a Diputados, el gobierno se opuso a su elección. En 1.882 apoyó la candidatura presidencial de su amigo el poeta Julio Zaldumbide que tampoco prosperó y comenzó a conspirar contra el régimen. Sus “Cartas” o colaboraciones salían en la revista “Las Novedades” de New York.
En enero de 1.883 se instaló en Quito con la finalidad de ayudar al Pentavirato revolucionario. El 24 de julio recitó en la velada del Centenario del nacimiento del Libertador, su composición titulada “Ultimos momentos de Bolívar”, que sólo obtuvo una mención y publicó después en 25 págs. y también editó el "Catecismo explicado de la Constitución de la República del Ecuador".
En 1.884 fue nuevamente Senador y tuvo un intenso trabajo intelectual. Publicó la segunda edición de su “Catecismo de Geografía” en 131 págs., “Recuerdos de un amigo. El doctor Vicente Cuesta” en 45 págs, y comenzó un ensayo histórico que tituló “La Dictadura y la Restauración” que jamás terminó y recién apareció en 1.932 al celebrarse el Centenario de su nacimiento, en 315 págs, y prólogo de Julio Tobar Donoso.
También entró en agrias polémicas con el doctor Juan Benigno Vela que había llevado a Ambato a la pedagoga colombiana Srta. Valencia para que dicte clase a los niños. Mera se opuso alegando fútiles pretextos. Alrededor de esa discusión Mera publicó “El Dr. Vicente Cuesta y sus cartas en su viaje a la Tierra Santa” y luego “Otra carta al Dr. Juan Benigno Vela”.
En 1.885 nuevamente fue electo Senador merced a la influencia de su amigo el Arzobispo Ignacio Ordóñez, pero perdió la presidencia de la Cámara, ya no tenía la fuerza apolítica de antaño porque vivía la mayor parte del tiempo en el campo leyendo, escribiendo y pintando, mientras que en Quito otros hacían la política; además, el partido de gobierno se venía robusteciendo con elementos tomados de entre los conservadores y como el Presidente Caamaño era hombre de gran personalidad, reemplazaba exitosamente a García Moreno, cosa que Mera no quiso aceptar jamás. En 1.886 alcanzó, sin embargo, la presidencia de la Cámara del Senado, frente a su opositor Antonio Gómez de la Torre, pero no gozó de la confianza del régimen y su posición se vio prontamente afectada Tampoco su salud era buena porque venía sufriendo del hígado, pero ese año le comenzó una insuficiencia cardiaca que al final lo llevaría a la Tumba.
De esa época es su poesía dedicada a su amiga Angela Baquerizo Vera de Noboa con su retrato, que dice así:

Arrúgase mi tez, su antigua lumbre
pierde mis ojos, de mi labio acaso
revela el gesto oculta pesadumbre;
sólo el corazón no hay deterioro
y en él, de afecto y recuerdo vaso,
de tu noble amistad guardo el tesoro.
En 1.887 entró en polémicas con Manuel Llorente Vásquez, Ministro español en Quito, quien había solicitado el retiro del león de la base del monumento a Sucre, erigido al pie del teatro de su nombre en la capital. Mera, indignado, le salió al frente. Ese año apareció la segunda edición de “la Virgen del Sol” en Barcelona y atacó al gobierno de Caamaño con “Observaciones sobre la situación actual del Ecuador” en 43 págs. Entonces falleció su madre, prologó los “Escritos y Discursos de García Moreno” y tuvo una lucida intervención en el Congreso Eucarístico nacional solicitando la creación de las escuelas matinales indígenas y presentando un proyecto para tratar de remediar los abusos del concertaje.
Era más bien un teórico de los principios católicos que pasaba en política por garciano y antihispanista y acusaba a Caamaño de realizar una administración poco ortodoxa, contemporizando con elementos desviados de la línea clásica garciana. Caamaño pacificó a la república, dominó al liberalismo en armas y sentó las bases de un gobierno personalista y firme que no trepidó ni ante el asesinato político; pero, que al mismo tiempo, permitió la formación de un partido que aspiraba al progreso y por eso se dio en llamar "Progresista". Ese año perdió a su tío y a su madre, con quienes siempre había sido muy unido.
En 1.888 siguió atacando a Llorente con "mi última palabra acerca de la estatua de Sucre", luego volverá sobre el tema con "Réplica a don Manuel Llorente Vásquez" en 39 págs. además editó el folleto "Tomás Moncayo Avellán y su Memoria presentada al Instituto Geográfico Argentino" en 19 págs., refutando los puntos de vista de dicho exilado político.Entonces concurrió por última vez al Congreso y abogó porque no se aceptara la excusa presentada por el Presidente electo Dr. Antonio Flores y como dentro del conservadorismo habían surgido nuevos líderes con intereses contrapuestos, sintiéndose solo, cardiaco y bastante cansado, decidió retirarse; empero, el Arzobispo lo sostuvo y presionó a su favor. Ese año cometió el error de oponerse a la participación del Ecuador en la Exposición universal de París por considerar "que se iba a celebrar el Centenario de una revolución impía".
En 1.889 editó “Entre dos tías y un tío” en 36 págs. en la "Revista Ecuatoriana" de Quito y aunque Flores le había ofrecido la Vicepresidencia de la República, prefirió a última hora a Luis Cordero, por más progresista que Mera; designando a éste último para la Gobernación de la Provincia de León, puesto sin importancia, que tuvo que aceptar por su marcada pobreza.En 1.890 fue nominado miembro de "El Ateneo" de Quito y escribió acerca de la vida de Olmedo en "Carta a don Manuel Cañete y observaciones sobre la situación actual del Ecuador", igualmente apareció "Porqué soy cristiano" en 39 págs. y al renunciar la gobernación pasó al Tribunal de Cuentas que funcionaba en Quito, para lo cual compró una casa en la calle Rocafuerte. De esa época son algunos de los óleos que han quedado de él, pues se dedicó con mayor ahínco a la pintura.
En 1.891 escribió el canto épico "Colón y su Mundo" en la Revista Ecuatoriana, publicó la biografía de su tío el doctor Nicolás Martínez. En 1.892 salieron sus "Cantares del Pueblo ecuatoriano", recopilados con la ayuda de otros miembros de la Academia, entre ellos Luis Cordero, en 504 págs. e Indice y un estudio sobre Miguel de Santiago; y como la pugna entre progresistas y conservadores se venía agudizando, al punto que el Nuncio Apostólico Macchi apoyaba a los primeros y el Arzobispo Ordóñez a los segundos, el Presidente Flores prefirió volver a designar Vicepresidente de la República a Cordero, postergando nuevamente a Mera. Ese año salió su "Antología Ecuatoriana" en 504 págs. y en Barcelona su hijo Trajano editó la Segunda edición de sus poesías.
En 1.893 publicó la "Biografía del doctor Joaquín Miguel Araujo" y en la "Revista Ecuatoriana" apareció su novelita psicológica "Un matrimonio inconveniente" y la segunda edición de "La ojeada" en 633 págs.
En eso falleció el Arzobispo Ordóñez y surgió el escándalo de la venta de la Bandera que sumió a la República en el caos y el desconcierto; Mera decidió retirarse del Tribunal de Cuentas y retornó a Atocha. A su hijo Trajano escribió "Pobre soy, entre los pobres he vivido y entre ellos quiero descansar".Entonces editó su catecismo explicado de la Constitución de la República del Ecuador dado por la Asamblea Nacional de 1.883 y en su finca se puso a escribir una Apología de García Moreno y la epopeya de Huayna Cápac dejando ambas obras sin concluir, pues falleció el 13 de diciembre de 1.894, confortado por su amigo el Presbítero González Suárez que casualmente pasaba por la finca. Solamente tenía 62 años de edad pero aparentaba más por su barba negra y poblada, las arrugas de su rostro, ser cargado de espaldas y sufrir de asfixias continuas.
En mayo de 1.895 apareció la segunda edición de sus “Poesías Devotas y nuevo mes de María” en 124 págs. en 1.902 la “Novena de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María” en 34 págs. En 1.903 “Tijeretazos y Plumadas”, recopilación de artículos humorísticos publicados en varios periódicos del país bajo el seudónimo de “Pepe Tijeras”. En 1.904 su "García Moreno" en 242 págs, calificado de prólogo genial a un libro ejemplar, por haber quedado esbozado como simple plan de trabajo y no como obra completa. En 1.909 su hijo Trajano editó en Madrid las “novelitas Ecuatorianas” en 271 págs. incluyendo “Entre dos Tías y un Tío”, “Porque soy Cristiano”, “Un Recuerdo”, “Unos Versos”, “Una Mañana en los Andes”, “Literatura Criolla” y de allí en adelante sus obras han ido apareciendo en subsiguientes ediciones, por eso es uno de los más conocidos autores ecuatorianos de todos los tiempos.