Considerado una de las mentes más brillantes que
tuvo el país de finales del siglo XIX, fundador de varios periódicos, profesor
del Colegio Bolívar de literatura y varias veces diputado por Tungurahua.
Miguel Ángel Albornoz Tabares era muy joven cuando
en Guayaquil estalló la Revolución Liberal del 5 de junio de 1895. Se
identificó con los principios ideológicos que lo motivaron a ingresar a la vida
pública del país asistiendo a la Cámara de Representantes como Diputado por
Tungurahua. En 1905 fue llamado a ocupar la Dirección de Estudios de
Tungurahua, cargo al que tuvo que renunciar poco tiempo después.
Fue periodista, escribió en varios semanarios,
ocupó además la presidencia de la sociedad literaria Fígaro. Al triunfo de la
revolución Juliana de 1925 alternó el periodismo con trabajos contables.
“Fue motivo de satisfacción descubrir el busto de
mi padre frente al colegio Bolívar, en la ciudad de Ambato", dijo Vicente Albornoz
Dávalos, hijo del personaje. Recordó además el gran cariño que tenía su padre
por la tierra que le vio nacer y en la cual recibió su '; educación y primeras
enseñanzas, sentimiento que supo transmitir a todos sus descendientes con el f
ejemplo.
Para Vicente, su padre era una persona muy
trabajadora, quien en las diferentes actividades en que se ocupó a lo largo de
su vida hizo las cosas con pasión; fue un perfeccionista y en muchos casos un
innovador; tenía además el don de contagiar entusiasmo a quienes le rodeaban y
colaboraban con él.